Dedicamos más de un tercio del día al trabajo durante al menos 5 días a la semana. En la actualidad el trabajo no se ciñe a un lugar y un tiempo específico de nuestra vida sino que en cierta manera se diluye, pues muchos de los trabajos de hoy se pueden realizar en remoto con un portátil conectado a Internet y un teléfono. Desde la oficina, a veces desde casa, en una cafetería, en casa del cliente o incluso cuando viajamos en metro.
Sea como sea, por el tiempo y la energía que le dedicamos debemos ser conscientes de la importancia que tiene en nuestra salud si pensamos a largo plazo. Si deseas tomar conciencia de ello toma nota de algunas ideas que hemos recopilado para ti:
Desplazamiento: si tienes oportunidad plantéate dejar el coche en casa y tener como tu aliada a la bicicleta. Un trayecto diario de 20 minutos pedaleando es fantástico. Otra opción es combinar el transporte público con caminar 10 minutos.
Alimentación: puedes llevarte un tupper con comida de casa para no abusar de las grasas o los bocadillos en los bares. Algo de fruta para comer entre horas y tener siempre a mano agua para estar bien hidratado.
Distribuye tu tiempo con sentido: debes aprender a conocerte a ti mismo y saber cuando es mejor momento del día para según que tareas. Hay personas más mañaneras y otras más vespertinas. También debes conocer qué tareas son las que requieren más esfuerzo y concentración para hacerlas cuando tienes más energía y también aquellas más rutinarias o tediosas (y aprovechar por ejemplo después de comer que no estamos tan activos y concentrados).
Atención a las posturas: tu posición en la silla y mesa con el ordenador debe ser la adecuada. Si trabajas con portátil habitualmente puedes usar un elevador para mantener la pantalla a la altura de los ojos y también un teclado y ratón complementarios a los de tu equipo. Cambia cada cierto de postura. Puedes levantarte para hacer una llamada telefónica o para hacer unos breves estiramientos. En algunos sitios dispones de espacios pensados para trabajar de pie con el portátil.
Mejora tu concentración: cuando debas hacer una tarea que requiera gran concentración debes prepararte para evitar todas las distracciones. Silencia y esconde tu móvil, cierra tu programa de correo así como cualquier red social y desactiva las notificaciones. A muchas personas también les ayuda escuchar música con los auriculares.
Desconecta: aunque parezca contraproducente, para concentrarse y ser productivo también es necesario descansar y desconectar. Programa unos mini-descansos cada hora por ejemplo. Levántate y sal fuera que te de el aire en un breve paseo, habla con alguien y relaciónate un rato. Luego vuelve a tu espacio de concentración.
Reuniones con otro estilo: prueba a mantener una reunión de pie con tu equipo o bien en esa mesa de la terraza que nadie usa. Si el espacio te permite cierta movilidad facilitará la creación de ideas y búsqueda de soluciones.
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