Dicen todos los manuales de gestión empresarial que cualquier nuevo negocio necesita de un periodo no inferior a 3 años para demostrar su viabilidad. Para nosotros, el inicio de este año fue el momento a partir del cual comprobamos que Wayco era viable como negocio de coworking. Esta situación se confirmó a partir de primavera justo cuando nos acercábamos a nuestro 4º aniversario.
Mucho hemos aprendido en estos años desde que en 2013 iniciamos este proyecto con mucha ilusión y cierta ingenuidad. Hemos ido comprendiendo cada vez mejor lo que buscan las personas que se acercan a nuestra comunidad. También hemos sido capaces de ser más eficientes y poder hacer más con menos. Hemos comprobado la importancia de crear una marca sólida y reconocible. Siempre atentos a las tendencias del coworking y moviéndonos para atraer a nuevos perfiles cuya demanda es creciente (expats afincados en Valencia, digital nomads, equipos de empresas internacionales,…).
En estos 4 años han pasado por Wayco miles de personas a las que hemos observado y con las que hemos conversado para entender cómo usan un entorno de trabajo compartido. De esta manera evolucionamos haciendo los cambios, adaptaciones y mejoras posibles en nuestro edificio. Aún así, siempre nos rondaba por la cabeza cómo sería Wayco si lo pudiésemos diseñar ahora desde cero. Poder disponer de un lienzo en blanco y un lápiz bien afilado, sabiendo todo lo que sabemos ahora y que en 2013 era solo ignorancia.
Nuestra lista de deseos
Con estas circunstancias empezamos a hacer una lista de todos los aspectos clave que debería tener un coworking excelente. Pusimos nuestros ojos en el mercado inmobiliario para ver si éramos capaces de encontrarlo en Valencia. Un lugar que nos enamorase y sobre el que diseñar todo lo que ahora sabemos que hace falta para crear un ambiente de trabajo único y construir una gran comunidad.
El mapa de la ciudad ante nuestros ojos nos llevaba a marcar en rojo 3 distritos como los puntos más calientes (e interesantes) de Valencia por diferentes motivos:
- Ciutat Vella: como en cualquier ciudad, el centro histórico siempre es un referente, una apuesta segura.
- Ruzafa/Eixample: el barrio más cool junto a los edificios más elegantes. Lugares llenos de vida tanto de día como de noche.
- Cabanyal/Grao: la zona marítima resurge de sus cenizas tras más de 25 años en el olvido. El puerto y la playa como elemento diferencial.
Además de la ubicación, el lugar debía cumplir 3 requisitos innegociables:
- Un coworking de gran tamaño.
- Disposición horizontal y a pie de calle.
- Un inmueble con encanto, alma e historia.
Con estos ingredientes os imagináis que la búsqueda no fue sencilla. Tuvimos que visitar decenas de lugares, llevarnos muchas decepciones, patear muchas calles y ensuciarnos de polvo los zapatos muchas veces. Pero dicen que quien busca encuentra, quien la persigue la consigue, y una mañana de finales marzo apareció ella, llena de polvo y trastos viejos pero engrandecida por la cálida luz que se filtraba por sus claraboyas y tragaluces.
(Fotografía de Pau Olivares Peiró)
(Continuará…)
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