Cristina Bonora (València, 1987) sabe que es carnaza para estudios sobre la precariedad laboral en España: mujer, creativa, emprendedora y especialista en proyectos sociales y culturales. «Lo de madre primeriza ya ni lo digo, ¿no?», comenta.
Su estilo como diseñadora gráfica es delicado, elegante, inclusivo y evolutivo. En sus creaciones encontramos una combinación armoniosa de técnicas del siglo pasado, como el grabado o la escultura, con otras más innovadoras como la animación 3D y el diseño web.
Un talento y esfuerzo que la ha hecho merecedora de la beca wayCO 2022, una iniciativa anual que reconoce y premia el emprendimiento femenino en València. Hoy charlamos con ella para conocerla un poco mejor.
Te dedicas a diseñar la identidad y comunicación visual de proyectos con beneficios sociales y culturales. ¿Por qué elegiste un nicho tan reducido y, en apariencia, poco rentable?
Salí de la carrera de Bellas Artes pensando que había elegido la profesión más superficial, diseño gráfico, por eso siempre he intentado colaborar en iniciativas sociales y culturales. Poco a poco, he llegado a entender que el diseño puede ser parte del problema o parte de la solución, todo depende de cómo lo uses. Dar claridad a ideas tan abstractas como la misión de instituciones, organizaciones y empresas a través de la selección de una paleta de colores, una tipografía y una textura, y llevarlo a tierra creando logotipos, cartelerías, imágenes de campaña y demás aplicaciones, me hace sentir que yo también formo parte de la solución.
¿Esa fue tu motivación para fundar tu propia marca?
Empecé a trabajar como autónoma en 2014 de una manera muy natural. Llegó a mis manos un proyecto de la Fundación Iberoamericana en la que tenía que maquetar unos cuadernos del sector educativo para niños, niñas y adolescentes. A partir de ahí, gracias al boca a boca, no he parado de tener proyectos de diferentes sectores. Y la verdad es que no ha sido hasta que empecé en wayCO Abastos a principios de año, cuando decidí centrarme en el sector social y cultural.
El mayor reto al que te has enfrentado como emprendedora es …
Hasta la fecha, mi mayor reto ha sido la vuelta al mundo laboral tras mi baja por maternidad. La conciliación es complicada. Volver a retomar el trabajo, volver a establecer esa conexión con los clientes ha sido lo que más me ha costado.
Mujer y diseño.
Busco estudios de diseño gráfico o agencias bastante consolidadas lideradas por mujeres, y es muy poco lo que encuentro. Me pregunto mucho qué será de mi carrera cuando tenga 50 años. Es una incertidumbre muy grande cuando no ves referentes. Pero por suerte me rodeo de una red de mujeres creativas, poderosas y de diferentes sectores que me ayudan en todos los aspectos, tanto emocional como en lo laboral.
¿En qué proyectos estás trabajando?
Estoy dedicando mucho tiempo a Se busca a Romera, un proyecto experimental materializado entre Ana García Segura y yo. Es un chiste, una ironía, una burla, un juego. Una forma de reírnos de nuestra realidad como diseñadoras gráficas. Y si todo va bien, dentro de poco lo expondremos en la Galería de Café de CO, la cafetería de wayCO Abastos abierta al público.
También colaboro junto a más gente organizando iniciativas en las que impulsamos el pensamiento crítico, como Somos Melibeas, donde exploramos el mundo de la poesía a través de varios formatos y Coco, una newsletter bianual en la que recogemos reflexiones sobre el mundo que nos rodea.
¿Por qué te presentaste a la beca wayCO?
Me presenté a la beca wayCO porque estaba buscando un lugar donde trabajar. Los precios de los alquileres estaban subiendo y no habían suficientes ingresos. Ya había estado trabajando durante un año y medio desde casa y no quería volver a trabajar. Para mí, mi casa no es un espacio donde me concentre para trabajar. Tener una rutina y salir de casa me ayuda a focalizarme.
¿Qué te ha aportado la beca wayCO hasta ahora?
La beca wayCO me ha ayudado en muchos aspectos. Económicamente, he podido ahorrar al no tener que pagar un alquiler, y profesionalmente, me he decidido a posicionarme en el sector social/cultural. Siempre había tenido el prejuicio de que no podría vivir de este sector y poco a poco, con esfuerzo, veo que sí es posible. Además, he conectado con profesionales de mi mismo sector y de otros que me han ayudado a nivel laboral y personal.
También he conocido un gran equipo, el de wayCO, desde las camareras de la cafetería de Café de CO — Elena, Miri y María — que todas la mañanas me reciben con una energía y una buena vibra brutal, hasta todo el personal que trabaja en el coworking que me ha apoyado, compartido almuerzos y comidas — Lucía, Valeria, Yas, Nerea, Raquel, Nacho y Jaime. He estado acostumbrada a pequeños espacios en los que me sentía como en casa y vosotros/as me habéis hecho sentirme aquí como en casa también.
¿Qué le dirías a tu yo más joven?
Caminar despacio está bien. Confía más en tu propia voz. Y levanta el culo y haz más ejercicio, por favor. La espalda no está a prueba de todo. Eso de sentarse con los pies en el escritorio y la espalda en el asiento tiene un mal final.