Cuando se trata de encontrar inspiración o ser más productivos, Google es un cajón sin fondo. Y mal que nos pese, todas y todos hemos sucumbido a esos artículos que prometían convertirnos en máquinas de generar ideas, si seguíamos la rutina diaria de tal fulanito o menganita.
Pero como lo estándar no siempre funciona, vamos a echar un vistazo a los hábitos creativos poco convencionales de otras mentes pensantes.
Asfixia controlada
La excentricidad que rodea el proceso creativo del japonés Yoshiro Nakamatsu es casi tan conocida como sus creaciones.
El hasta ahora mayor inventor del mundo con 3.572 patentes registradas – a él debemos la aparición de los primeros disquetes de ordenador y máquinas de karaoke – , ha reconocido en reiteradas ocasiones que las experiencias cercanas a la muerte estimulan su creatividad.
Entre sus hábitos creativos más polémicos, destaca el de aguantar la respiración bajo el agua hasta “justo 0,5 segundos antes de la muerte”, momento en el que asegura se le ocurren las mejores ideas. Y para dar cuenta de todas ellas, ha inventado un cuaderno y un bolígrafo sumergible.
Este método de trabajo ha sido bautizado por él mismo como “natación creativa”.
Esnifar granos de café
La cafeína es la droga psicoactiva legal más consumida del mundo y el café, el formato más extendido para su consumo. Toleramos el mal genio mañanero hasta que la dosis reglamentaria es ingerida, y recorremos ciudades enteras en busca de su versión más pura. Pero de ahí a crear un método para triturar el grano o esnifarlo sin piedad, hay un gran paso.
Tales niveles de adicción se atribuyen a Honoré Balzac, el escritor francés considerado el precursor de la novela moderna. Según cuentan, sus hábitos de trabajo para ser productivo consistían en dormir hasta medianoche, beber cincuenta tazas de café solo y escribir durante 15 horas seguidas, sin apenas alimentarse.
Con esta rutina de trabajo, no sorprende que Balzac muriera por problemas de corazón a los 51 años. Pero todo sea dicho: la ciencia asegura que el simple olor a café ya estimula el cerebro y mejora los procesos cognitivos.
Liberación sexual
La física y matemática Emilie du Châtelet es una de las mayores figuras del siglo VIII, no solo por contribuir a la divulgación de las teorías de Newton en Europa continental, sino por defender la práctica sexual femenina como método para aumentar su poder mental.
Para predicar con el ejemplo, Du Châtelet aseguraba que mantener una vida sexual muy activa era su estrategia más efectiva para potenciar su inteligencia. Con estas palabras lo recoge la historiadora Robin Arianrhod en el libro Seducidas por la lógica: “Ella era tan escandalosa en su vida sexual como extravagante en su manera de vestir”.
Pablo Picasso, Thomas Wolf y Sigmund Freud son los otros de grandes genios que decidieron incorporaron el sexo en sus hábitos de trabajo.
Trabajar de pie
Cada vez son más las personas que reniegan del escritorio convencional y apuestan por trabajar de pie. Incluso hay quien lleva esta modalidad a un nivel superior e incorpora una cinta de andar a su material de oficina.
Aquí en wayCO hemos visto ambas versiones: la cofundadora de Kyso, Helena Dominguez, era conocida en el coworking de wayCO Abastos por tener instalada una cinta de correr en su despacho privado, y muchos otros coworkers de wayCO Ruzafa trabajan diariamente en las mesas altas instaladas a lo largo de todo el espacio.
Y aunque todavía hay quien considera una modernidad trabajar de pie o andando,se ha demostrado que alternar estas fórmulas con el escritorio tradicional es un hábito de trabajo muy beneficioso para la creatividad y la salud física. De ahí que prodigios como la escritora Virgina Woolf y el filósofo Friedrich Nietzsche, lo practicaran.
El método Holf y el agua de bidet
El agua es la protagonista de algunos de los hábitos más bizarros de la historia del ser humano. En búsqueda de concentración y desarrollo creativo, los experimentos con el agua a bajas temperaturas han dado lugar a tres técnicas muy controvertidas.
- Método Holf: el atleta Wim Holf, también conocido como Iceman, es el creador de esta rutina que combina largas exposiciones al frío con técnicas de respiración y meditación. El documental de Netflix Goop Lap que recogía los curiosos hábitos del atleta, tuvo tanto éxito que celebridades como el cineasta Jean-Marc Vallée o la CEO y fundadora de Primally Pure, Bethany McDaniel, se unieron a él.
- Crioterapia: aunque los baños de hielo están más extendidos en el mundo deportivo y estético, también hay quien reivindica la profunda estimulación cerebral que produce, como Jack Dorsey, co-fundador y ex-CEO de Twitter y la cantante Lady Gaga.
- Agua de bidet: ya fuera por falta de higiene o de estrés incontrolado, lo cierto es que corre el rumor de que Steve Jobs se mojaba los pies en el bidet de los baños de Apple.
Si después de este repertorio, los hábitos creativos poco convencionales te siguen interesando, aquí te dejamos un suculento libro que añadir a tu cuenta de Goodread: Las grandes mentes no piensan igual: descubra la metodología y la locura de 56 genios creativos”, de la autora Emily Gosling.